CARU: El Centro de Arbitraje de Publicidad
CARU es el Centro de Arbitraje de Publicidad de Estados Unidos. Esta organización ofrece una forma eficaz y económica de resolver disputas entre los participantes de la industria de la publicidad. CARU es una organización sin fines de lucro que es administrada por la Asociación Nacional de Anunciantes.
CARU se dedica a la supervisión de la publicidad infantil, incluyendo los anuncios que aparecen en la televisión, en internet, impresos, en la radio y otros medios de publicidad. CARU controla la publicidad a través de la evaluación de los anuncios y la aplicación de los códigos de prácticas publicitarias. Esto ayuda a asegurar que los anuncios sean exactos, veraces y no engañosos.
CARU también trabaja para resolver los litigios entre los anunciantes y los quejas de los consumidores. La organización hace que los anunciantes cumplan con los estándares de publicidad establecidos en los códigos de prácticas publicitarias. Estas prácticas incluyen:
- No engañar a los consumidores
- No emitir anuncios que promuevan el uso indebido de productos
- No promover el consumo de productos dañinos para la salud
- No emitir anuncios que sean ofensivos para ciertos grupos
- No promover la discriminación racial, de género o religión
Los anunciantes que no cumplan con estos estándares se enfrentan a sanciones. Estas sanciones incluyen la retirada del anuncio, la publicación de una declaración de cumplimiento, la corrección de los anuncios para ajustarse a los estándares y la devolución de los beneficios obtenidos del anuncio.
CARU también ofrece educación y asesoramiento a los consumidores, los anunciantes y otras partes interesadas sobre los estándares de publicidad. Esto ayuda a asegurar que los anunciantes estén al tanto de los estándares y que los consumidores estén informados sobre los anuncios y los productos a los que se enfrentan.
CARU es una organización que cumple una función importante en la industria de la publicidad. La organización ayuda a asegurar que los anuncios sean exactos, veraces y no engañosos. Esto ayuda a proteger a los consumidores y asegurar que los anunciantes cumplan con los estándares de publicidad.
Fuentes: